Reflexiones sobre mi
experiencia docente

ANTE LA ALFABETIZACIÓN DIGITAL EN EL
CONTEXTO DE PANDEMIA COVID-19

Lenguaje y Comunicación

María Luisa
Trejo Márquez

Lic. en Lengua y Literaturas Hispánicas, Mtra. En Docencia para la Educación Media Superior. FFL. UNAM. Dra. en pedagogía Por el Claustro Mexicano de Ciencias Sociales. Profa. De Carrera Titular “C” Tiempo Completo Definitivo en la materia de Lectura y Análisis de Textos Literarios I y II. Plantel Azcapotzalco con 35 años de servicio en la UNAM.

malutre2007@hotmail.com

En toda esta discusión hay un gran ausente, que es la noción misma de aprendizaje que se está utilizando. ¿A qué velocidad máxima pueden producirse aprendizajes? ¿Qué es lo que se puede aprender a través de las pantallas? El aprendizaje es un proceso, y es un proceso que lleva tiempo. Es muy probable que las tradicionales edades para iniciar tal o cual tipo de aprendizaje deban ser revisadas. Seguramente hay aprendizajes que exigen el “cara a cara y cuerpo a cuerpo”, tanto como hay aprendizajes fundamentales que exigen el contacto efectivo con los objetos. Una gran tarea de la psicología y la psicopedagogía del futuro inmediato será descubrir cuáles son los aprendizajes que no se pueden hacer a través de las pantallas.

Emilia Ferreiro

En la sociedad del conocimiento el uso de las Tecnologías de la Información (TIC) ha revolucionado al mundo dando origen a nuevas modalidades de comunicarse e interactuar entre individuos. Por lo tanto, es importante indicar que el analfabetismo digital es: “[…] la incapacidad de una persona para buscar, organizar, entender, evaluar y analizar información mediante el empleo de tecnologías digitales. El analfabetismo digital puede ser absoluto (cuando se ignora tanto el accionar en las redes como el manejo de la computadora) o relativo […] cuando se conocen solo rudimentos y hay gran dificultad para el accionar independientemente […]” (Fowler; 2020:1)

En esta línea de pensamiento, el reto es la alfabetización digital de los profesores en el Nivel Medio Superior, esto consiste en consolidar habilidades para localizar, analizar, organizar, entender y evaluar la información a través de diversas plataformas digitales o con el uso de aplicaciones, herramientas o dispositivos electrónicos.

ANNIE SPRATT

La alfabetización digital está vinculada con el Internet y con las competencias requeridas para desempeñarse en el entorno creado por lenguajes multimedia. Las personas digitalmente alfabetizadas pueden comunicarse y trabajar de forma eficiente, especialmente con los que poseen los mismos conocimientos y habilidades y cuentan con las capacidades para entender el lenguaje y poder construir procesos comunicativos que se despliegan en los entornos digitales. Por lo tanto, en esta sociedad del conocimiento, se dan nuevas formas de comunicación que requieren nuevas destrezas de parte de los profesores, y que obliga al docente y a los alumnos a tener un “alfabetización digital” en el ámbito educativo que permita una interacción directa, para conseguir información.

Esta nueva serie de habilidades esperadas provoca que aquellos que no manejan este conjunto de competencias de comunicación frente al mundo sean objeto de “desigualdades sociales de exclusión”. Es decir, que los individuos experimenten una falta de conexión con el mundo y por lo tanto tengan una sensación de aislamiento que a su vez coarta el acceso a la

información para construir su propio conocimiento. En conclusión, al no manejar estas “destrezas digitales” los individuos se ven obligados a aprender a leer y escribir en multimedia de la misma forma en la que se aprendió a leer cuando éramos niños (Gutiérrez; 2003) hoy en día quién no sabe leer y escribir en forma digital está excluido de las comunidades digitales.

A pesar de este reto a nivel educativo el INEGI indica: “[…] Que 20% de las familias mexicanas son Analfabetas Digitales esto quiere decir que no poseen una computadora, no por escasez de recursos, sino porque desconocen su funcionamiento y utilidad.” El estudio reporta también que “hay familias con una computadora, pero sin acceso a Internet, por considerar que no tienen necesidad [….] por falta de políticas públicas apropiadas en los terrenos de educación, ciencia y en materia de digitalización. […]” (INEGI, 2008).

Reflexionemos, por un lado vemos la importancia de tener una formación en TIC, pero simultáneamente observamos según datos estadísticos, que el 20% de las familias mexicanas son analfabetas digitales. Ahora

veamos en el nivel medio superior en el contexto del profesorado, se puede observar, desde mi perspectiva docente, que en la realidad del aula existe una falta de alfabetización digital entre los maestros que comprenden hasta el hecho de usar el hardware en el aula: computadora, proyectores, celulares inteligentes y material de internet en ellos. Lo cual crea problemas delicados que se viven día con día y que lo único que producen son desigualdades y exclusiones sociales en el manejo de la información. Este problema existe entre los profesores formados de 1950 a 1989, los egresados durante este periodo no tuvieron acceso a una capacitación digital sistemática, escribían con máquina de escribir o electrónica, ¿será que si no se actualiza digitalmente esta generación ya no tendrá oportunidad de inserción o de promoción y lo único que les quede sea la jubilación?

No obstante, este problema factual del aula podría verse rebasado desde la formación docente ofrecida por la institución que ha realizado acciones sistemáticas y permanentes desde los años 90, como son organizar diversos cursos de formación: Diplomados en línea de habilidades para la Comprensión y Producción de Textos en Español, SUAyED, UNAM; Diplomados en línea sobre el Desarrollo de habilidades Genéricas, SUAyED, UNAM; Diplomados en línea para el ejercicio de la Docencia en

el siglo XX, FES, UNAM. Especialidad como Asesor en Línea DGAPA; Certificación para asesores a distancia a nivel Bachillerato de la materia de Lectura y Redacción, B@UNAM; Cursos-Talleres sobre “Uso de la Nube Drive” para promover la lectura y escritura; estos solo son algunos ejemplos, entre todo un abanico de oportunidades de cursos y diplomados que ha ofrecido la Institución para establecer mejores condiciones de formación digital para los profesores en servicio, pero la pregunta sería ¿ha sido suficiente? Y si la respuesta fuera afirmativa ¿Por qué es que los profesores tuvimos tantos problemas para enfrentar e implementar una educación a distancia, digital y emergente con la pandemia de COVID-19?

En la misma línea de pensamiento, el reto de alfabetización digital en el Colegio de Ciencias y Humanidades, está centrado en la formación permanente de su personal. Asimismo, en la actualización de planes y programas de estudio para mantener al día el avance con la tecnología, ejemplo de esto son las modificaciones periódicas en los programas, en las estrategias que contienen éstos, integrando actividades en línea, así como actualizaciones en las fuentes electrónicas directas e indirectas, sin olvidar las formas de evaluación de actas de cursos ordinarios

Al no manejar estas “destrezas digitales” los individuos se ven obligados a aprender a leer y escribir en multimedia...

MICHAEL AMADEUS

en línea, incluyendo el esfuerzo sistemático de muchos profesores para usar las aulas especializadas con sus alumnos que están equipadas con computadoras para alumnos y maestros (edificio Z, D, Telmex); la utilización de software para exponer los planes de estudio y las mismas clases en el aula con materiales preparados por los profesores para exponer frente a grupo con computadora y cañón.

No debemos olvidar el acceso de la comunidad a diversas direcciones electrónicas para ingresar a las bibliotecas educativas digitales a nivel nacional e internacional. Asimismo, es importante indicar que en el CCH existen aulas con computadoras y cañones que son de gran apoyo cuando los profesores realizan trabajos de formación académica y de Seminarios Institucionales. [Castañeda; 2012:20] Pero es importante reflexionar que en el campo de la educación, las TIC ya no involucran solo el manejo de las computadoras, sino que los medios digitales son “formas culturales” relacionadas de manera directa con otros medios visuales y audiovisuales que producen nuevas comunidades digitales para construir nuevas formas de percibir el conocimiento (Buckingham; 2008).

A pesar de estas líneas de formación muchos académicos, no se capacitaron lo suficiente en el área de lo “digital” reflejo de esto, fue la pandemia de la COVID-19. El problema fue evidente, era necesaria la Alfabetización Digital de los profesores paralelamente con los alumnos, para enfrentar está Pandemia 2020, ¿La institución entró en crisis? ¿O fueron los profesores? ¿O también los alumnos?

Existieron problemas socioeconómicos, falta de servicio de internet por falta de pago tanto de profesores como de alumnos, no contar con banda ancha de internet en su casa, no contar con un software adecuado, o no estar preparados para superar la “crisis” ya que muchos decían no tener computadora, y mucho menos servicio de Internet en sus casas. Es decir, un porcentaje del 14% de alumnos de mis grupos, no se conectaron ya que pensaron que el contacto sería cuándo todo el problema

pasara, situación que no sucedió. Los jóvenes no pudieron eliminar el aula e independizarse emocionalmente de la mirada del profesor o no pensaron en el impacto a largo plazo. Todo esto en conjunto, hizo evidente la falta de formación de alfabetización digital de los profesores para enfrentar la problemática de la COVID-19 .

En el CCH Plantel Azcapotzalco, se escuchaban las voces de los profesores “no tengo computadora,” “no tengo servicio de Internet” “no tengo forma de comunicarme con los alumnos,” “¿Cómo daré mis clases en línea? “Esto no es posible” “¿Esperaremos a que esto pase?” ¿Será que los profesores que se habían formado en el ámbito digital ya se habían jubilado?, ¿Será que el porcentaje de profesores que aún quedaba rezagado le faltaba una alfabetización digital real a pesar de toda la formación de los últimos 20 años?, dicha formación estructurada hubiera apoyado directamente el problema durante la pandemia de la COVID-19.

La formación digital en el ámbito educativo es un reto orientado a la formación de ciudadanos críticos que sean capaces de vivir en una sociedad de la información en permanente avance, para evitar la exclusión y las desigualdades sociales. Pero considero que el problema va más allá, el problema radica en la falta de confianza en la habilidad de los profesores de la escuela pública para “[…] ejercer un liderazgo intelectual y moral a favor de la juventud de nuestra nación. Es un problema desconocer el papel que tienen los profesores en la formación de los estudiantes como ciudadanos críticos y activos […]” [Giroux; 1990:171] nuestra responsabilidad fue seguir al frente de los grupos y llevarlos al fin del curso. Muchos profesores tomaron su papel de liderazgo a favor de nuestros jóvenes para seguir impulsando los procesos de formación de los mismos.

Porque si no tomamos el papel de líderes intelectuales en el manejo y utilización de las TIC, nuestros alumnos serán parte de los excluidos y marginados sociales: […] Por un punto, la utilización de las TIC se convierte

en algo general y el conocimiento de su uso en algo casi imprescindible, es cuando la sociedad de información se va conformando y el “analfabetismo digital” empieza a ser una categoría con connotaciones negativas para el desarrollo de muchas actividades laborales e incluso para las relaciones sociales. Con el paso del tiempo este grupo acaba sumándose al gran colectivo de excluidos y marginados sociales […] (Ballestero; 2002, cap.3/4)

En este momento de transición es cuándo se hizo evidente que “[…] Allí donde los profesores entran en el debate, son objeto de reformas educativas que los reducen a la categoría de técnicos superiores encargados de llevar a cabo dictámenes y objetivos decididos por expertos totalmente ajenos a las realidades cotidianas de la vida del aula […] (Giroux; 1990:171) ¿Cuál es el mensaje?, Que los profesores no debemos ser técnicos operarios de nuestras materias para impulsar los objetivos programados del curso, o mucho peor, que no debemos permitir ser excluidos ni mucho menos marginados de la educación. Esta pandemia que vivimos ofrece la oportunidad a los profesores de integrarse y organizarse en forma colectiva en la formación intensiva de cursos en línea para mejorar las condiciones de trabajo y demostrar a la opinión pública el papel central que tienen los maestros de nuestra Universidad-pública, que necesita redefinir el papel del profesor en el ámbito digital. (Giroux; 1990: 172) Durante esta pandemia ante la necesidad real aprendimos más situaciones digitales que en infinidad de cursos tomados anteriormente.

La pandemia fue el momento de fomentar, en mi caso, la lectura y “la escritura” para que los alumnos fueran los enunciadores de sus propios escritos, utilizando como pretexto una novela, cuentos o alguna obra dramática, ya que esto significa un profundo compromiso político donde la literatura es un territorio de lucha de dimensiones políticas, históricas, económicas y sociales y lo único que se hizo fue “formar lectores en esos territorios de lucha llenos de contradicciones que son los textos literarios” con un soporte digital.

Por eso, en estos momentos de pandemia de la COVID-19, fue necesario diseñar actividades alternativas acordadas entre los alumnos y el docente para no interrumpir el trabajo académico con los estudiantes y estar en contacto con ellos impulsando el trabajo sincrónico y asincrónico en forma virtual, iniciando la comunicación con los grupos en línea, por medio de WhatsApp, Facebook, correo electrónico, archivos electrónicos; grupo cerrado en Facebook, en mi caso con el nombre de: “Análisis de Textos Literarios generación 2020, CCH. Azcapotzalco” y ya en la última fase comunicarnos en la plataforma Zoom los trabajos que se produjeron como ensayos subirlos a un Blog y los poemas trabajados por los alumnos de “poesía en movimiento” subirlos a un canal de Youtube, es decir utilizar la formación digital.

Es importante indicar que algunas unidades si pudieron trabajar en forma digital, pero no todas por ejemplo la unidad de teatro es en su gran mayoría acción y diálogos, hacer que

KATE TRIFO
MILDRED LARIOS

los alumnos reflexionen sobre el doble papel del lector-espectador en la producción. El efecto de sentido de la obra teatral fue un gran problema ya que es importante que los alumnos reflexionaran sobre la diferencia entre autoría, dirección y actuación, para comprender cómo estos elementos inciden en la puesta en escena. Estas acciones no pudieron hacerse en forma digital, se necesita un “cara a cara”. La misma importancia tiene asistir a la representación de alguna obra de teatro, o que los alumnos adapten una obra y la representen en escena en el teatro del plantel, elaborando su propia adaptación, programas de mano, sin olvidar sus carteles de publicidad.

En síntesis, el Colegio de Ciencias y Humanidades ha aceptado el reto de la alfabetización digital, centrando su eje en la formación en los profesores. Estos deben saber usar plataformas Moodle, Edmodo, Teams y Google Classroom para trabajo a distancia con los estudiantes. Deben formarse comunidades de aprendizaje que puedan subir publicaciones, archivos, videos y actividades para realizarse de forma asincrónica desde casa. Asimismo se deben aprovechar los medios de comunicación en tiempo real como WhatsApp, Facebook y videoconferencias en Zoom, Hangouts o Facebook aula.

Se necesita una alfabetización digital entre los maestros en forma sistemática y urgente. Los profesores necesitamos sistematización en el manejo de la información para poder acceder a los diferentes niveles de plazas, la formación digital en el ámbito educativo es un reto orientado a la formación de ciudadanos críticos que sean capaces de vivir en una sociedad de la información en permanente avance. Los profesores deben tomar su papel de líderes intelectuales en el manejo y formación de las TIC para impulsar el proceso de aprendizaje de los jóvenes que están a su cargo. Para finalizar, del mismo modo, no todas las unidades pueden trabajarse en forma digital pero el reto está en diseñar y construir nuevas estrategias para sistematizar la formación digital en apoyo de los programas actualizados.

Fuentes de consulta

  1. Ballestero, F. (2002). La Brecha Digital: El riesgo de Exclusión en la Sociedad de la Información. Madrid. Fundación Retevisión.
  2. Buckingham, David (2008). Más allá de la Tecnología. Aprendizaje Infantil en la era de la cultura digital. Recuperado el 20 de julio, en file:///C:/Users/HP/Downloads/Buckingham%20David%20-%202008%20-%20Alfabetizaci%C3%B3n%20en%20medios%20digitales.pdf
  3. Castañeda Quintero, L. y Adell Segura, J. (2011). El desarrollo profesional de los docentes en entornos personales de aprendizaje (PLE). Recuperado el 11 de mayo de 2020 en https://www.researchgate.net/publication/224813636_El_desarrollo_profesional_de_los_docentes_en_entornos_personales_de_aprendizaje_PLE
  4. Giroux, Henry, (1990). Los profesores como intelectuales. Pp. 171-178. En Los Profesores como Intelectuales Transformativos. Por Henry A. Giroux. Paidós. Barcelona
  5. Gutiérrez Martín, A. (2003). Alfabetización Digital. Algo más que ratones y teclas. Barcelona. Gedisa. Recuperado el 20 de mayo 2020 en http://www.webmati.es/index.php?option=com_content&view=article&id=45:labrecha-digital-como-causa-del-analfabetismo-digitalen-las-personas-mas-desfavorecidas&catid=12&Ite
  6. Sánchez Caballero, Matías (2018). “La brecha digital como causa del Analfabetismo digital en las personas más desfavorecidas.” http://www.webmati.es/index.php?option=com_content&view=article&id=45:labrecha-digital-como-causa-del-analfabetismo-digital-enlas-personas-mas-desfavorecidas&catid=12&Itemid=163
  7. Trejo Márquez, María Luisa. Canal de Youtube de Análisis de Textos Literarios Azcapotzalco 2020 Recuperado en mayo del 2020 en https://www.Youtube.com/channel/UCP3RlmbBklPrLJdYPM970SA
  8. INEGI (2020). “Boletín del Senado de la República” en: http://comunicacion.senado.gob.mx/index.php/periodo-ordinario/boletines/10834-boletin-088-conanalfabetismo-digital-20-de-familias-mexicanaspropone-senado-educar-
  9. Fowler, Víctor. (2020). Analfabetismo digital. Incapacidad de una persona para buscar, organizar, entender, evaluar y analizar información mediante el empleo de tecnologías digitales http://www.granma.cu/minidiccionario/2020-06-03/analfabetismodigital-03-06-2020-01-06-48