Las “benditas”
clases en línea

Plumas invitadas

Christopher
Medina
González

Chris Medina nació en México el 14 de marzo del 2000. Actualmente estudia la carrera de Ciencia Política. En 2016 fue parte del Reto Cuento: Escritura colectiva en vivo. Participó satisfactoriamente en el XVII Congreso Preparatoriano de las Humanidades en 2018. Trabajó para el INE en el Proceso Electoral 2017-2018.

chrismedinagonzalez@gmail.com

No es mentira que la tecnología ha sido una pieza fundamental en el rompecabezas del “progreso” que ha acechado al ser humano rumbo al 2021, pero también es verdad que se ha mantenido como un privilegio que algunos sectores no son tan afortunados de gozar.

En plena pandemia, una evidente cuarentena se ha apoderado de las costumbres y tradiciones que en el día a día muchas personas llevan desde hace años o hasta siglos. Entre éstas, cabe destacar a la educación como una de las actividades primordiales que se han visto en jaque ante una sociedad presuntamente poco preparada y con una empatía que deja mucho que desear. ¿Es verdad que la humanidad no tenía argumentos para asegurar una mejor educación en una situación como la del 2020? A lo largo del texto se buscará contestar este cuestionamiento mientras otros salen a la luz.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha señalado que 20 de cada 100 niños no cuentan con espacios ideales para realizar su educación a distancia. Y en México, menos del 60% de los alumnos cuenta con una computadora en su casa, teniendo muy presentes a aquellos de escasos recursos1, quienes parecen olvidados por las autoridades que de repente dan la sensación de tomar decisiones fáciles.

Debe reconocerse que es un problema mundial, pero desde la perspectiva mexicana quedan claras las ineficiencias en el sistema educativo que atraviesan tanto al sector público como al privado. ¿Qué tantas alternativas tienen los estudiantes, de cualquier nivel, que no tienen el acceso parcial o total a tecnologías como dispositivo móviles, ordenadores o servicio de wi-fi? Desgraciadamente la


    1. Moreno, T. (2020). Sin internet ni capacitación, enfrentan clases a distancia. Julio 25, 2020, de El Universal Sitio web: https://www.eluniversal.com.mx/nacion/sin-internet-nicapacitacion-enfrentan-clases-distancia?amp

respuesta dominante es: ninguna. Pues, a pesar de que en algunas zonas rurales del país como parte de Tamaulipas se han implementado medidas como la futura o por lo menos no inmediata educación por radio2, debe decirse que el acceso a este medio puede conllevar a un problema similar a los mencionados anteriormente aunque quizá un poco menos impactante. La diferencia de muchas de las clases en línea y de las presenciales es que por radio no hay una comunicación directa entre la docencia y el alumnado, cuando incluso por internet ya ha resultado complicado de por sí.

Entonces, antes de seguir abarcando otras formas de educación a distancia, a continuación se mostrarán algunos de los argumentos en contra de las clases en línea que algunas y algunos de los estudiantes de instituciones como la Facultad de Contaduría y Administración (FCA) de la


  1. Reyes, L. (2020). Darán clases por radio a niños sin acceso a Internet. Julio 25, 2020, de Milenio Sitio web: www.Google.com/amp/s/amp.milenio.com/politica/comunidad/coronavirus-tamaulipas-regreso-a-clasespodria-ser-por-radio

Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza, la Universidad Tecnológica de México (UNITEC), la Universidad Contemporánea de las Américas de Michoacán, la Facultad de Derecho y de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), estas dos últimas de la UNAM, han manifestado anónimamente para este trabajo:

1. “En mi caso es muy importante la existencia de las prácticas presenciales. El poder tener contacto con las personas, desarrollar adecuadamente lo que la teoría previa nos aportó y tener la oportunidad de aplicarlo, pero a distancia es muy difícil trabajar cualquiera de estas teorías e incluso llevar un ritmo de estudios per se.

Es más, me atrevería a decir que a mí ni siquiera me dieron clases como tal, solamente me dejaron trabajos y tareas.” –Estudiante de la carrera de Enfermería en la FES Zaragoza, UNAM.

2. “Para empezar, hay profesores que ni siquiera

Es obvio que a la educación a distancia no se le toma la misma atención que a la presencial, no se aclaran las dudas de la misma forma o no se resuelven simplemente.

están mínimamente familiarizados con las tecnologías e incluso muchos de ellos no están dispuestos a intentarlo.

Es obvio que a la educación a distancia no se le toma la misma atención que a la presencial, no se aclaran las dudas de la misma forma o no se resuelven simplemente. Los profesores difícilmente se detienen a explicar si alguien tiene algún problema.

La cotidianidad que antes se podía tener al realizar distintas actividades en las que se hacían diferentes cosas se ha visto trastornada.” –Estudiante de la carrera de Administración en la Facultad de Contaduría y Administración, UNAM.

3. “En el caso de mi carrera dependía directamente de las instalaciones. Hay computadoras e instrumentos necesarios para el diseño que no tengo a la mano tan fácilmente.

Existen programas que son muy complejos y se me ha multiplicado la dificultad de los mismos ya que los profesores sólo mandan instrucciones sin más, sumado a que pocas veces contestan las dudas.” –Estudiante de la carrera de Diseño Gráfico en UNITEC.

4. “Es exhaustivo a pesar de encontrarse en casa. Estar detrás de un monitor sin tener una especie de contacto presencial con las personas puede llegar a ser desesperante.

No todos los compañeros y compañeras tienen el acceso a una computadora o aparato electrónico para realizar sus labores así como una red de conexión mínimamente eficiente.” – Estudiante de la carrera de Derecho en la Facultad de Derecho, UNAM.

5.“La atención de los alumnos es escasa y los profesores, al permitirles apagar sus cámaras dan pie a que éstos ni siquiera se encuentren detrás de la pantalla tomando las clases.

La mala conexión llega a afectar tanto a maestros como estudiantes y a veces los tiempos de espera se vuelven excesivamente largos y tediosos con caídas de redes de por medio.

Los trabajos y actividades en clase no se toman con la misma seriedad desde ninguna de las dos partes.

Las clases prácticas no son igual de ágiles, aunado a que hay profesores que sólo se conectan para dar actividades en vez de la clase en sí.”

–Estudiante de Gastronomía en la Universidad Contemporánea de las Américas, Michoacán.

6. “Opino que el aprendizaje es prácticamente nulo. Las clases son deficientes por la inexperiencia de los profesores.

No todas las personas tienen acceso a estos modos de educación, así como hay más facilidad de distracciones.

En momentos como estos la educación no debería ser lo principal, hay otras cosas más de las cuales preocuparse antes que de una clase.” –Estudiante de Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM.

7. “La situación en mi Facultad se presentó de manera particular, ya que se vivían, como es costumbre, problemas internos a los que se sumó una pandemia que llegó a alterar no sólo a la comunidad estudiantil, también al profesorado y claramente a las autoridades.

El conflicto surgió desde que la dirección de la FCPyS decidió poner las convicciones y posturas del estudiantado y el profesorado en juego. Es decir, ante una forma de lucha social, y tras el anuncio de las clases virtuales, se creó una situación en donde el alumnado debía decidir si se tomaban las medidas de la Facultad (educación a distancia), lo cual desconocía, en gran parte, el movimiento; o no se tomaban, lo que concluiría con la pérdida de un semestre. Claro, aunque eso era independiente de las razones para no acceder a clases en línea, es evidente que si eras parte del movimiento desde un paro de labores que fue llevado poco antes de la cuarentena, entonces tu destino era cargar un semestre pendiente e inconcluso por tiempo indefinido, incluso ante las poco creíbles promesas que las autoridades entregaron a la comunidad de nulo perjuicio a quienes decidieran dar la baja temporal.

Y esta situación traspasó al profesorado, en donde se encontraban algunos maestros y maestras que decidían no dar clases virtuales a favor del movimiento, además de algunos casos en el que no existía un plan para una situación como esta. Hubo materias en las que sólo uno o dos profesores estaban disponibles. Evidentemente los cupos limitados por el sistema de la Facultad empeoró la situación.” –Estudiante de la carrera de Ciencia Política en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM.

Hay un fuerte problema de desigualdad dado que no todas las personas tienen acceso a computadoras, esa gente se ve claramente afectada.

ÓSCAR CERVANTES

8.“No se abordan los mismos temas de la mejor manera por la cuestión del tiempo, es como si sólo se hiciera por obtener un título.

Hay un fuerte problema de desigualdad dado que no todas las personas tienen acceso a computadoras, esa gente se ve claramente afectada. Debe tomarse en cuenta también a las familias en donde dos o más integrantes deben tomar sus clases virtuales pero sólo se cuenta con un equipo de cómputo.

En tiempos de pandemia existen problemas muchísimo más fuertes en ámbito económico, de salud, emocional, entre otros, que alteran el rendimiento escolar y es un asunto que maestros y/o directivos no se han tomado el tiempo para considerar en cada uno de los casos particulares.

Existe también un factor de distractores que pueden permear a algunos estudiantes en sus lugares de trabajo. El hogar no siempre es un lugar sin ruido.” – Estudiante de la carrera de Sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM.

Como se puede leer, la ineficiencia de la educación en línea no ha discriminado a ningún sector en México, pues incluso con los medios para llevar a cabo la educación, es evidente la baja calidad general de las clases fundamentada en diversas razones como las ya presentadas por las y los mismos estudiantes. Si estos comentarios hierven desde la comunidad universitaria es claro que las problemáticas escurren hacia todos los niveles de educación en una medida similar.

Entonces resulta increíble que ningún nivel educativo, por lo menos en México, haya actuado de manera en que los estudiantes pudieran sentir aprovechada su educación. Desde hace años, 2013 para ser exactos, la Universidad de Oxford afirmó la realidad de las desventajas que un estudiante sin internet en casa tiene ante uno que sí, sin contar los altos costos de los dispositivos utilizados. Las alumnas y los alumnos se atrasan educativamente sin internet y sufren problemas sociales por ello. Si se tiene en cuenta que este estudio se llevó a cabo gracias a que se expuso que 300 mil adolescentes en Reino Unido no tenían wi-fi en sus hogares3, entonces es evidente que en zonas que no son primermundistas como Latinoamérica o África el asunto es muchísimo más alarmante, sobre todo cuando tener una educación poco confiable a distancia es una única opción sin alternativas.

En 7 años de distancia se ignoró esto. ¿En las actuales condiciones del 2020 que la pandemia ha obligado a sufrir se hará algo al respecto? Si sí, ¿hasta cuándo?

En realidad reformular la educación y las clases en línea no se trata de una cualidad de benevolencia sin justificación, es un acontecimiento necesario por los mismos antecedentes que han llevado a la humanidad a las consecuencias actuales desde ese ámbito. Hay que convertir las problemáticas en retos que deben resolverse.

No hay que confundirse. En este espacio se reconocen las problemáticas dificultades que han florecido mientras las


  • Díaz, D. (2013). Estudiantes sin internet en casa están en desventaja educativa. Julio 25, 2020, de UNO Internacional Sitio web: mx.unoi.com/2013/01/04/estudiantes-sin-internet-en-casa-estan-en-desventajaeducativa/
IXCHEL PIMENTEL

personas se han tenido que mantener en sus hogares. La COVID-19 es un suceso que sobrepasó las capacidades humanas y agarró desprevenidas a las cadenas de la normalidad que han mutado a unas nuevas aunque aún alienadas. Pero la realidad es que también ocurrió un acto de desnudez que evidenció a nuestra especie y que se había mantenido en una zona cuasi endiosada para darle lecciones acerca de la preparación, de la ciencia, de la vida y, por supuesto, de la muerte.

La educación, que ya tambaleaba sobre olas turbulentas en México y en el mundo, se encuentra ahora en un punto crucial en el que es obligatorio repensar las estrategias y los métodos que ya se han tomado para poder aspirar a un futuro, más cercano de lo esperado, que adopte a seres humanos educados, conscientes, humanistas, científicos, bien preparados, a los que no pueda atropellar ninguna enfermedad más.

Fuentes de consulta
  1. Moreno, T. (2020). Sin internet ni capacitación, enfrentan clases a distancia. Julio 25, 2020, de El Universal Sitio web: https://www.eluniversal.com.mx/nacion/sin-internet-nicapacitacion-enfrentan-clases-distancia?amp
  2. Reyes, L. (2020). Darán clases por radio a niños sin acceso a Internet. Julio 25, 2020, de Milenio Sitio web: www.Google.com/amp/s/amp.milenio.com/politica/comunidad/coronavirus-tamaulipas-regreso-a-clasespodria-ser-por-radio
  3. Díaz, D. (2013). Estudiantes sin internet en casa están en desventaja educativa. Julio 25, 2020, de UNO Internacional Sitio web: https://mx.unoi.com/2013/01/04/estudiantes-sin-internet-en-casa-estan-en-desventajaeducativa/