La educación en
tiempo de pandemia

Experimentales

Arturo
García
Gómez

Dr. en ciencias, profesor con 15 años de experiencia de la Facultad de Ciencias, de las materias entomología y Biología de Animales I; también es académico de Biología I y II del CCH plantel Sur.

gab12y@yahoo.com.mx

Todos vamos a recordar el año del 2020, dadas las condiciones ocasionadas por la enfermedad COVID-19. La mayor parte de las personas del mundo entero fueron encerradas en sus hogares, algunas tres o cuatro meses y otras, aún continúan en sus casas. En el caso de la academia, y particularmente en México, el 20 de marzo se oficializó el cierre de todas las escuelas, incluida la UNAM en todos sus campus (UNAM, 2020), aunque algunas ya lo habían realizado (EFE, 2020), como universidades y escuelas de privadas.

El mencionado suceso fue un cambio radical para toda la comunidad escolar, por increíble que parezca, un día… los profesores se encontraban con sus alumnos frente de un pizarrón (blanco o verde) con sus gises o plumones, proyectores y todas sus energías por la enseñanza en un aula; y al siguiente día, estamos buscando la forma de continuar con el aprendizaje, pero en línea.

El problema visualizó dos actores: los alumnos y los profesores; ambos caras diferentes del mismo problema; terminar un semestre, sin perder el aprendizaje en el camino.

Los actores

Sobre la situación de los alumnos se ha hablado constantemente en los diferentes medios de comunicación, principalmente en las redes sociales, quitar desde las noticias cotidianas, hasta de algún influencer, ya sea de Youtube, Facebook, o Instagram, entre otros sitios. Las cuales solo se enfocaron en vislumbrar la carencia de los académicos: ya fuese en el poco o nulo uso de la tecnología, y en la carencia de comunicación con sus alumnos.

Entonces, toda la internet se llenó de malas experiencias de los estudiantes, predominando la situación donde el profesor llenaba las bandejas de correos con tareas interminables, con

con problemas de soluciones complejas y poca paciencia de parte de los académicos para resolverlas; además, la poca o nula intervención del profesor hacia sus alumnos.

Cabe aclarar que dicha circunstancia no fue solo en el bachillerato, sino en todos los niveles escolares, dejando en claro la poca preparación de los profesores ante la actual cuarentena; esto es importante para explicar la problemática del segundo actor en esta pandemia.

Por otro lado, los profesores también tuvieron sus problemas, identificando tres puntos importantes: el primer punto, fue adaptarse a una forma de enseñanza muy diferente, donde la interacción personal con los alumnos fue nula, buscando una nueva forma de comunicarse con ellos. Es claro que muchos académicos se comunicaban con sus estudiantes por medio de correos electrónicos y/o mensajes instantáneos por WhatsApp, pero solo sirvió para iniciar la interacción entre las dos partes y ponerse de acuerdo en cómo reiniciar con el aprendizaje.

El segundo punto, fue el uso de la tecnología virtual. Somos conscientes del uso continuo de las TIC´s y TAC´s; sobre todo el uso de diapositivas, vídeos y asignación de

tareas, por correo electrónico; algunos profesores además utilizan los recursos en línea del portal académico del Colegio de Ciencias y Humanidades (UNAM, Portal académico, 2020); otros también hacían uso de otro tipo de estrategias, como analizar vídeos de la plataforma Youtube; en todos los casos la interacción entre el alumno y el profesor es constante, ayudando a la resolución de dudas inmediatas en el salón.

El tercer punto, es la evaluación del aprendizaje; entre todas las estrategias, la dinámica directa con los alumnos, ayuda para la evaluación cualitativa de cada estudiante; observar al alumno a los ojos y ver la forma de comprender los temas, no se puede realizar en una educación en línea; tampoco se pueden observar sus rostros, cuando mencionan, “ya le entendí, al fin lo comprendí”; esa cercanía con ellos es importante y desafortunadamente se ha perdido, por una cuarentena.

Por la pandemia y el poco tiempo de terminar un semestre, la relación profesor- alumno se ha vuelto nula, a tal grado de solo dejar actividades por correo electrónico o WhatsApp; y los que dieron clase en línea solo observaron una imagen o una letra, sin saber si realmente se encontraban del otro lado, ocasionando una frialdad humana en las dos partes.

FREE TO USE SOUNDS
Soluciones inmediatas

¿Cómo resolver estos problemas? Primero, la comunicación entre las partes; fue relativamente fácil, se utilizaron los números de teléfonos, WhatsApp y correos, y simplemente se les mandó un mensaje. Pero no dejemos de lado un punto importante; la cuarentena inició, faltando de 35 a 40 días para terminar el semestre y el temario; es decir el objetivo fue: “salvar” el año escolar, es decir cubrir el programa (Álvarez Mendiola, 2020), sin importar si el alumno comprendió el tema.

Entonces, la solución del primer problema, no fue simplemente hablar con el estudiante; obviamente hubo algunos académicos donde realizaron la solución inmediata, solo enviaron actividades vía electrónica; pero en su mayoría, buscaron otras formas por las cuales mandar y mantener un contacto con los alumnos, se actualizaron y conocieron plataformas de enseñanza, como: Google Classroom y/o Edmodo (los más usadas); además, complementaron su estrategia con Google Meet y/o Zoom; y muy pocos profesores utilizaron otras plataformas más especializadas, como: Microsoft Teams y/o Moodle.

Lo anterior en un tiempo récord, no olvidemos, faltaba poco tiempo para terminar el semestre. El uso de las diferentes plataformas fue nuevo para las dos partes, también los llamados nativos digitales tuvieron sus problemas, al mostrar su poca o nula experiencia en las plataformas educativas (Banco Mundial, 2020). Entre todos los problemas registrados se encontraron: en algunas familias, un miembro más tenía que utilizar la computadora, laptop, Tablet incluso el Smartphone, ya sea por el trabajo o por la enseñanza en línea. Otro problema fue y es el uso del internet, dejando en claro la poca infraestructura del país para solventar tal cantidad usuarios, en varias situaciones estos no contaban o

perdían el servicio, sobre todo los estudiantes foráneos y de bajos recursos, donde salían en busca de señal gratuita o bien subir a sus azoteas y hacer equilibrio para captar el servicio. También, algunos alumnos y a pesar de la contingencia, tenían que ir a trabajar, para ayudar en la solvencia económica del hogar (Sánchez Mendiola, y otros, 2020).

Para el segundo punto, el uso de la tecnología, la autora Diez de la Cortina, menciona: “el adoptar un modelo de educación online es una oportunidad de acercarse más a nuestros estudiantes adaptando la didáctica”. De forma general, la enseñanza en línea consiste en un modelo donde la información del académico debe partir de un ordenador u otro dispositivo, para complementarse la comunicación, el alumno necesita de un medio similar (Diez de la Cortina, 2020).

Sin embargo, solo quedaban 45 días (máximo), donde nuestras estrategias basadas en TIC’s, quedaron obsoletas; estas se encuentran diseñadas para ser utilizadas ante un grupo presencial, al involucrar al estudiante en la clase, para ellos se realizan preguntas sobre el tema, complementar y exponer nuevas ideas; con ello, el profesor puede contemplar el avance y aprendizaje del alumno, mediante una evaluación constante.

Como es de imaginar, los académicos buscaron nuevas formas de involucrar a sus estudiantes, entre las nuevas estrategias se encuentran: la creación de presentaciones dinámicas (Prezi, Canva, Genially), de podcast (Anchor, Audacity) y vídeos (DaVinci Resolve, Openshot); incluso varios profesores incursionaron por vez primera en la programación y manipulación de imágenes, así como realizar sus propias fotografías de temas específicos; todo con la finalidad de atraer y buscar nuevas formas de acercarse e involucrar a sus alumnos.

Entre las nuevas estrategias, se encuentra la gamificación, siendo un medio, por el cual se intenta aplicar la mecánica de los juegos en el entorno educativo; no se trata de crear juegos, pero si atraer al usuario y lograr que realice diferentes acciones de forma satisfactoria (González González, 2014), entre las diferentes

Entre las nuevas estrategias, se encuentra la gamificación, siendo un medio, por el cual se intenta aplicar la mecánica de los juegos en el entorno educativo; no se trata de crear juegos, pero si atraer al usuario y lograr que realice diferentes acciones de forma satisfactoria (González González, 2014), entre las diferentes aplicaciones encontramos: Kahott, Cerebriti, Classcraft, Quizlet y Genially.

Una vez más, el tiempo para cambiar de un formato a otro fue muy corto, y no todos los académicos tuvieron las mismas capacidades, en general los profesores emplearon mucho tiempo durante la búsqueda, funcionamiento y si era adecuado para el nivel y el tema en que se especializa la materia; encontrando un vasto catálogo de recursos, siendo el nuevo problema definir la aplicación adecuada para la enseñanza del tema, y en general se dejó en segundo plano la evaluación.

Aunque con diferentes costos, lo puntos anteriores: la comunicación con el alumno y la forma de integrar los conocimientos en nuevas estrategias; se llegó a resolver en un mediano plazo; sin embargo, el aprendizaje cognitivo por cada estudiante fue totalmente desconocido, y así llegamos el tercer punto: la evaluación.

Al inicio, la mayor parte de académicos, dejaron bastantes actividades, sin importar en número de

materias de sus alumnos; ocasionando que la carga académica hacia los alumnos fuera impresionante, resultando en muchos casos un estrés más allá de la pandemia; ya no tenían en mente un problema sanitario sino uno escolar, motivando terminar las actividades, no comprenderlas ni analizarlas; esto ante las presiones tanto de sus padres como de los profesores.

En un salón de clase, es importante, la comunicación verbal y expresión corporal, ambos exponen situaciones propias de los alumnos; estos al no comprender una sesión o las tareas, lo expresan de forma constante, ya sea de forma individual o grupal. Incluso, se llegan a percibir problemas familiares o sentimentales que afectan su aprendizaje, los cuales si no se llegan a atacan pueden tener un desenlace de abandono escolar. Es ahí donde se observa la importancia de las relaciones personales, al resolver o canalizar al estudiante con un especialista, con la finalidad de ayudar al estudiante en su crecimiento personal y escolar; una vez más esto no se logra con la enseñanza en línea.

En el caso de las actividades escolares, ya sean en casa, en el salón o experimentos en el laboratorio; se puede evaluar de forma directa a cada alumno; cada académico tendrá su forma específica, pero en general, el profesor comprueba el avance cognitivo de los alumnos, al evaluarlos día a día, de forma clara, puntual, cuantitativa y sobre todo cualitativamente.

La recuperación de la normalidad educativa no será rápida, probablemente no volveremos a la normalidad acostumbrada...

En el caso de la educación en línea la Dra. Guerrero Tejero (2020), menciona; “he sido docente a distancia por ocho años. He conocido a estudiantes madres que estudian en línea, realizan sus tareas y toman sus sesiones en línea, en las noches o en la madrugada, además tienen las sesiones de chat, mientras sus hijos cenan”; sin embargo, durante los días de pandemia se registró a los padres de familia ayudando en sus actividades, incluso, tomaron las sesiones en línea, mientras sus hijos realizaban parte del exceso de actividades de los académicos o simplemente estaban descansando ante el estrés de las tareas dejadas por sus profesores.

La diferencia entre los dos premisas radica en el nivel de estudios, La Dra. se encuentra hablando sobre una alumna de licenciatura o posgrado; en cambio en el segundo caso se refiere a un estudiante de bachillerato; con lo anterior asumimos, el reto de la educación a distancia varía dependiendo el nivel educativo, donde la autonomía de aprendizaje presenta diferentes factores, entre ellos: las habilidades del estudiante, el método de enseñanza del académico, así como la estructura y profundidad de sus respectivos planes de estudios. Además, es importante tener un seguimiento en el avance de evaluación para el desarrollo cognitivo del alumno.

Pero seguimos cuestionándonos; dada la pandemia y el poco tiempo de actuar ante los alumnos, para cada profesor: ¿Cómo fue su evaluación?, ¿De qué forma se realizaron?, ¿Aplicaron exámenes o se suspendieron?, ¿Cambió el porcentaje de cada actividad?, es importante realizar un análisis sobre estas dudas, buscando estrategias que puedan seguir en este nuevo semestre. Conclusión La recuperación de la normalidad educativa no será rápida, probablemente no volveremos a la normalidad acostumbrada, por lo tanto, se deben definir nuevas estrategias propias de los académicos.

En primera instancia, se debe mejorar el uso de las diferentes plataformas educativas, analizando cada una de ellas para saber cuál se adapta mejor a sus intereses;

asimismo saber combinar diferentes estrategias ocasionando una mayor dinámica entre las dos partes, con la finalidad de un acercamiento mutuo y la evaluación cualitativa se vaya presentando de menor a mayor medida.

ENGIN AKYURT

También, aprender, comprender y utilizar diferentes aplicaciones y/o plataformas, ayudan a mejorar la participación de los alumnos; ya que los retos y juegos bien empleados serán el gancho para atraer al estudiante (teoría competitiva).

Así mismo, es indispensable entender a la gamificación, como un interruptor de aprendizaje; tener en claro que no se va a diseñar juegos (si se puede, no se trata de minimizar al académico), sino utilizarlos con la finalidad de cautivar al alumno.

Es claro que las sesiones presenciales son totalmente diferentes a la educación en línea, por consiguiente, las formas de evaluación también deben de modificarse, principalmente aquellas que fueron en un inicio presenciales; estas tienen que estar a la par con la diversidad de formas y formatos existentes en línea.

Al final, el principal problema, es la interacción personal entre las dos partes, el lograrlo va a ser un gran reto que debemos afrontar y no darle la espalda, ya que, gracias a esa cercanía; la enseñanza y evaluación son fundamentales en el desarrollo educacional y humano del alumno.

JOSUÉ ALEJANDRO SÁNCHEZ VARGAS
Fuentes de consulta
  1. Álvarez Mendiola, G. (16 de abril de 2020). Consejo mexicano de educación educativa A.C. Obtenido de Covid-19. Cambiar de paradigma educativo.: http://www.comie.org.mx/v5/sitio/2020/04/16/covid-19-cambiar-deparadigma-educativo/
  2. Banco Mundial. (2020). Covid-19: impacto en la educación y respuestas de política pública. Internacional: Grupo Banco Mundial.
  3. Diez de la Cortina, S. (21 de abril de 2020). educaweb. Obtenido de Enseñar en los tiempos de pandemia: https://www.educaweb.com/noticia/2020/04/21/ensenar-tiempos-pandemia-19145/
  4. EFE, A. (20 de marzo de 2020). Efe: agencia EFE. Edición América. Obtenido de Coranovirus México, México cierra los colegios aunque ya estaban casí vacíos por el coranovirus: https://www.efe.com/efe/america/mexico/mexico-cierra-los-colegios-aunque-ya-estaban-casivacios-por-el-coronavirus/50000545-4201018
  5. González González, C. (2014). Estrategias gamificación aplicadas a la educación y a la salud. Simposio Internacional de Video juegos y Educación (pág. 23). Mar de Plata: UNTHEF.
  6. Guerrero Tejero, I. G. (6 de mayo de 2020). Educación Futura. Obtenido de Reflexiones desde la docencia adistancia ante las demandas educativas originadas por el Covid-19: http://www.educacionfutura.org/reflexiones-desde-la-docencia-a-distancia-ante-lasdemandas-educativas-originadas-por-el-covid-19/
  7. Sánchez Mendiola, M., Martínez Hernández, A. M., Torres Carrasco, R., de Agüero Servín, M. d., Hernández Romo, A. K., Benavides Lara, M. A., . . . Rendón Cazales Cita, V. J. (3 de julio de 2020). Revista Digital Universitaria. Obtenido de Retos educativos durante la pandemia de Covid-19: una encuesta a profesores de la UNAM: https://www.revista.unam.mx/prensa/retos-educativos-durante-la-pandemiade-covid-19-una-encuesta-a-profesores-de-la-unam/
  8. UNAM. (16 de marzo de 2020). Dirección General de Comunicación Social. Obtenido de Boletín UNAM-DGCS-236bis, La UNAM informa: https://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2020_236bis.html
  9. UNAM. (10 de julio de 2020). Portal académico. Obtenido de Portal académico del CCH: https://portalacademico.cch.unam.mx