La abrumadora
incorporación

D E  L A S  H E R R A M I E N T A S  D I G I T A L E S  E N
N U E S T R A S  P L A N E A C I O N E S

Idiomas

Lizbeth
Rico
Alvarez

Profesor ordinario de carrera asociado B de medio tiempo. Actualmente imparte clases de la materia de inglés en el Colegio de Ciencias y Humanidades plantel Vallejo. Cuenta con 16 años de antigüedad docente. Licenciada en Enseñanza de Inglés por la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México. Estudió la Maestría en Educación (tramite en proceso) en la Universidad España México.

lizzrico@gmail.com

A través de la historia, hemos visto cómo el hombre ha construido, desarrollado e implementado herramientas para facilitar su trabajo tanto físico como mental. Las herramientas han sido parte del desarrollo humano.

Estas han transformado la vida del hombre a tal grado que hoy en día son utilizadas como una extensión de su propio pensamiento a través de diversos dispositivos que ayudan a trascender el pensamiento abstracto a lo concreto. Esta misma cualidad de las herramientas, de pasar de lo abstracto a lo concreto, es lo que nos permite considerar su uso dentro del ámbito educativo.

Al hablar de la evolución de la sociedad junto con la evolución de las herramientas, también se tiene que hablar de la evolución de las nuevas tecnologías y junto con estas, las herramientas digitales utilizadas como apoyo en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

La evolución ha sido tal que hemos pasado de utilizar el clásico pizarrón verde en donde escribíamos con gis blanco, al pizarrón blanco en donde escribimos con marcadores de colores, al pizarrón digital en donde tanto docentes como alumnos lo utilizan junto con un proyector para hacer anotaciones, resaltar partes de un texto, y trabajar en conjunto con los demás compañeros.

Puede ser que algunos de nosotros veíamos esta evolución a distancia, sin involucrarnos de lleno a comprender o estudiar cómo se manejan estas nuevas herramientas debido tal vez a que estábamos situados en nuestra zona de confort pensando que probablemente esta tecnología era

CHRISTINA WOCINTECHCHAT

era difícil de implementar en nuestras actividades y en nuestros métodos de enseñanza dentro de nuestras aulas. Pero nunca tomamos en cuenta que afuera de nuestra zona de confort, se avecinaba un cambio tan grande que vino al modificar la forma en la que vivíamos, la forma de relacionarnos entre nosotros mismos y mucho menos vimos venir que también modificaría y daría un giro de ciento ochenta grados a la manera de impartir nuestras clases.

La pandemia vino a sacudirnos y a forzarnos a utilizar toda esa gama de herramientas digitales que anteriormente veíamos como algo muy lejano. Pasamos de solo observarlas a utilizarlas, lo que generó un enorme reto ya que todas nuestras estrategias pedagógicas tuvieron que ser modificadas y tuvimos que transformar nuestros contenidos que, si bien nos daban muy buenos resultados en nuestras clases presenciales, en nuestras clases a distancias percibimos que no eran tan exitosos.

Esta crisis vino a transformarnos en todos los sentidos, pero también es cierto que toda crisis trae consigo una enseñanza, o muchas enseñanzas, y es así como podemos tomar todas estas enseñanzas para mejorar aspectos tanto en el ámbito personal como en el ámbito que nos incumbe que es la enseñanza.

El uso de las herramientas digitales ha sido de gran ayuda ya que como docentes requerimos mejorar y enriquecer las oportunidades de aprender a enseñar significativamente a nuestros estudiantes para llenarlos de conocimientos, innovaciones, auto gestionarlos al aprendizaje permanente y a la participación dentro de comunidades de conocimiento y práctica. Pero al utilizar estas herramientas a distancia, nos pudimos percatar de que no es en las herramientas ni en sus características propias y específicas, sino en las actividades que llevamos a cabo los profesores y estudiantes lo que hizo posible tener un mayor acceso a la comunicación y al procesamiento de la información.

Las herramientas por si solas no van a trabajar para que los alumnos adquieran todas estas destrezas. Si bien son de gran ayuda en el proceso de enseñanza aprendizaje, debemos de tener en cuenta que su uso por si solas no garantizan un éxito total en la construcción de conocimientos de nuestros alumnos.

Como se ha mencionado anteriormente, el nuevo contexto al que nos estamos enfrentando actualmente nos ha puesto nuevos retos, y no ha sido tarea fácil para los docentes incorporar este tipo de herramientas ya que sin duda se necesita saber cuándo debemos incorporar

estas herramientas, y no sólo eso, debemos tener en cuenta por qué y para qué las vamos a utilizar, qué actividades vamos a realizar, cuál va a ser nuestro producto final, cuál será el rol del docente y cuál será el del alumno, que proceso de evaluación se va a llevar a cabo, etcétera. Como podemos observar no es solo incorporar las herramientas porque sí, es tener un plan de trabajo muy bien establecido para que logremos alcanzar nuestros objetivos trazados.

Si nos ponemos a reflexionar acerca del uso de las herramientas digitales en el proceso de enseñanza aprendizaje, nos podemos dar cuenta que la influencia que ejercen en nuestros estudiantes es grande. En este marco de análisis de la influencia de estas tecnologías, David Jonassen (1996) introduce el término de “mind tools” (herramientas de la mente), para definir el tipo de enseñanza con herramientas que permiten comprometer y facilitar los procesos cognitivos de los alumnos, aquellas que favorecen el pensamiento crítico y el aprendizaje de un nivel superior. Jonassen afirma que “Primero, los estudiantes no pueden usar estas

herramientas sin pensar sobre el contenido que están aprendiendo, y segundo que si ellos eligen esas herramientas para que los ayuden a aprender, las herramientas les facilitarán el aprendizaje y el proceso de atribución de significados” (Jonassen 1996).

Si lo que deseamos es tener una innovación educativa apoyada en el uso de la tecnología, debemos entonces tener en cuenta que la tecnología es la que estará basada en el currículo, promoviendo en todo momento un aprendizaje significativo, la construcción de conocimiento complejo, la promoción de ambientes activos para el estudiante, así como entornos colaborativos.

Frida Díaz Barriga (2009) menciona que “cuando el profesor simplemente sustituye el pizarrón por el proyector de diapositivas y expone información en láminas de Power Point o Flash, o pide a los alumnos que bajen y reproduzcan información de Internet, o les proyecta materiales digitalizados en los que él tiene siempre el acceso y control de la información, no ocurrirá

REYNA I.VALENCIA

la tan anhelada innovación”. Debemos recordar que el estudiante requiere ser un aprendiz autónomo, capaz de autorregularse y con habilidades para el estudio independiente, auto motivado y permanente.

Para poder lograr esto, es necesario contar con ciertas competencias a la hora de implementar las herramientas digitales a nuestras planeaciones. Puentedura (2008) señala que debemos tener en cuenta algunos aspectos como son: el diseño de actividades que impliquen a la vez un cambio metodológico en la enseñanza; la capacidad de utilizar de manera analítica y eficiente las tecnologías; la evaluación continua del proceso de enseñanzaaprendizaje y, el entendimiento de cómo se construye el aprendizaje.

Con el fin de guiar la manera en que las herramientas tecnológicas son aplicadas para potenciar el aprendizaje en los estudiantes surge el modelo de Sustitución, Aumento, Modificación, Redefinición (SAMR) desarrollado por Puentedura (2006), el cual consiste en un conjunto jerárquico de 4 niveles que permite evaluar la forma en

La pandemia vino a sacudirnos y a forzarnos a utilizar toda esa gama de herramientas digitales que anteriormente veíamos como algo muy lejano...

que las tecnologías son usadas por los docentes y estudiantes en las clases.

La idea de Puentedura es llevar el aprendizaje de una manera escalonada como si fuera una escalera en donde la sustitución será considerada el primer escalón. En esta etapa se sustituye una herramienta por otra sin que exista un cambio metodológico, por ejemplo, en vez de usar papel y lápiz se escribe en un procesador de texto, sin hacer uso alguno de sus demás funciones.

El aumento es el segundo escalón. En esta etapa la tecnología remplaza otra herramienta y le añade mejoras funcionales que facilitan la tarea, sin embargo, no hay un cambio en la metodología y el efecto en los resultados de aprendizaje de los estudiantes puede ser mínimo o nulo. Por ejemplo, usar el corrector ortográfico o las funciones de copiar-pegar en el procesador de texto.

La modificación es el tercer escalón. Esta etapa implica un cambio metodológico en el cual la tarea a realizar es rediseñada por la introducción de la tecnología. En el ejemplo citado anteriormente, el procesador de texto

ÓSCAR CERVANTES

permite ver mejoras significativas en el desempeño académico de los estudiantes si se incorporan herramientas en red como el correo electrónico, los blogs y las redes sociales.

El último escalón sería la redefinición. En este último nivel se crean nuevas actividades y ambientes de aprendizaje que, sin el uso de tecnología disponible serían imposibles. Por ejemplo, los alumnos colaboran en tiempo real en un mismo documento y añaden a su producto final elementos multimedia creados por ellos mismos.

Tal vez el modelo que nos ofrece Puentedura nos puede ayudar a concretar previamente cuáles son los objetivos a alcanzar, la metodología a emplear, las herramientas con las cuales vamos a trabajar, y probablemente a estas herramientas les demos un manejo diferente sin cambiar la naturaleza de la tarea establecida, ya que su propuesta está basada en la taxonomía de Bloom, pero la única diferencia es la incorporación de la tecnología en la realización de las actividades.

Conclusión

Como consecuencia del confinamiento al cual hemos estado expuestos, surgió la necesidad de echar mano a un gran número de herramientas digitales. Pero también dio la pauta para reflexionar sobre el uso que les estamos dando y también sobre la cantidad de herramientas que estamos ocupando, ya que lo que en realidad define el nivel de integración de las herramientas, no lo marca la cantidad sino el uso pedagógico que le vamos a dar.

No hay que olvidar que el aprendizaje debe ser siempre significativo para el alumno, de ser motivante, debe despertar y mantener la curiosidad y el interés hacia los contenidos y que deben potenciar el desarrollo de la iniciativa y el aprendizaje autónomo. Y todo esto debe ser tomado en cuenta a la hora de planear nuestras sesiones y de incorporar la nueva tecnología en cada una de nuestras actividades.

La tarea que nos ha sido encomendada no es fácil, ya que nosotros los docenes somos el elemento determinante del éxito del proceso de enseñanza aprendizaje, y que así como debemos de despertar y mantener esa curiosidad y motivación en el estudiante, es también fundamental que nosotros apliquemos esa curiosidad y motivación hacia las nuevas tecnologías, ya que día a día los avances tecnológicos nos van ofreciendo herramientas más novedosas, y es nuestro deber estar actualizados para poder incorporarlas a nuestras planeaciones con éxito.

Fuentes de consulta
  1. Coll, C. Aprender y enseñar con las TIC: expectativas, realidad y potencialidades, en: CARNEIRO, R.; TOSCANO, J.C.; DIAZ, T. (2011). Los desafíos de las TIC para el cambio educativo. Colección METAS EDUCATIVAS 2021. OEI y Fundación Santillana.
  2. Díaz Barriga, A. (2006), “El enfoque de competencias en la educación, ¿una alternativa o un disfraz de cambio?”. Perfiles Educativos, 28 (111), pp. 7-36.
  3. Jonassen, D.H., & Reeves, T.C. (1996). Learning with technology: Using Computers as cognitive tools. In D.H. Jonassen (Ed), Handbook of research for educational communications and technology (pp. 693-719). New York: Macmillan. Recuperado el 13 de julio de 2020 de: http://www.eduteka.org/tema_mes.php
  4. Jonassen, D. H., Carr, C. y Yueh, H. P. (1998), “Computers as mindtools for engaging learners in critical thinking”, en Tech Trends, 43 (2), pp. 24-32.
  5. Puentedura, R. (18 de agosto de 2006). Transformation, technology and education [Audio en podcast]. Recuperado de: http://hippasus.com/resources/tte/
  6. Puentedura, R. (2008). Models for enhancing technology integration (excerpted from Ruben R. Puentedura TPCK and SAMR). Recuperado el 13 de julio de 2020 de: http://www.msad54.org/sahs/TechInteg/mlti/SAMR.pdf
  7. Puentedura, R. (2012 a). SAMR: thoughts for design. Recuperado el 8 de julio de 2020 de: http://www.hippasus.com/rrpweblog/archives/2012/09/03/SAMRThoughtsFor Design.pdf