Reflexiones sobre el
aprender a aprender

Lenguaje y Comunicación

Ethel Ivone
Sánchez
Ramírez

Inició su trayectoria en 1975, en la Hemeroteca Nacional como ayudante de investigador. En 1977 ingresa al Plantel Sur en donde ha impartido clases desde hace 45 años. Desde 1989 se convirtió en profesora de Carrera del Área de Talleres, y actualmente imparte LATL en el CCH Plantel Sur.

ivonetam@hotmail.com

Apartir de que inició el confinamiento y se impuso la necesidad de impartir clases en línea, se ha hecho inminente el realizar una retrospectiva sobre diversos aspectos del Colegio de Ciencias y Humanidades. Esto derivado de la prioridad que tenemos de hacer propuestas educativas que permitan avanzar en el terreno académico en el contexto de la conmemoración de los 50 años de vida de la institución.

De esta manera, desde diferentes instancias, se han promovido varios intercambios y reflexiones en reuniones a distancia. El último encuentro al que asistí fue el Conversatorio con motivo del 50 aniversario del Colegio de Ciencias y Humanidades, Plantel Sur1. En este encuentro participó la Dra. Frida Zacaula Sampieri, quien en su intervención me hizo recordar mi estancia en el Centro de Didáctica y en el CISE, inquietud que terminó de cristalizar en el artículo que hoy comparto.

Unos meses antes de llegar al Plantel Sur, me inscribí en el Centro de Didáctica


1. (https://www.youtube.com/watch?v=lwOH_TUPVA0 29 de enero 2021).

(dependencia de la UNAM) en donde cursé “Didáctica General” en 1976 con Ofelia Euse. Esta decisión se derivó en principio de una realidad común en todas las licenciaturas de la UNAM; Posteriormente, al convertirse el Centro de Didáctica en el Centro de Investigación y Servicios Educativos (CISE), ingresé como becaria al último diplomado de Especialización en Docencia, que llevó por nombre Segundo Programa de Formación de Recursos Humanos para la Docencia y la Investigación Educativa, cuya duración fue de un año (1982-1983).

La importancia de haber participado en esa especialización consistió en el enfoque interdisciplinario que se proponía para ejercer la docencia. Dicho programa tuvo como responsable al Dr. Cayetano de Lella Allevato, exiliado argentino y simpatizante de la Teología de la Liberación2. De manera que el programa estuvo organizado en doce módulos cuyos


2. La Teología de la Liberación surgió en América Latina en 1960 e influyó a varios docentes en el ámbito del Colegio e inclusive en la literatura fue recreada esta crisis en la Iglesia por autores como Fernando Sánchez Mayáns en su obra de teatro La violenta visita (1960).

impartidores eran psicólogos, sociólogos, pedagogos y médicos de nacionalidades diversas, quienes tenían en común ser exiliados por su participación contra las dictaduras militares del Cono Sur, y el promover el estudio del fenómeno escolar desde la interdisciplina. Es decir, en oposición al conductismo. El marco teórico de los docentes de dicho programa partía de la orientación de lo que denominarían como Grupo Operativo.

La noción de Grupo Operativo nació en Argentina en los años 50 en la Escuela de Psiquiatría Dinámica dirigida por Enrique Pichón-Riviére, y posteriormente se transformó en la Escuela de Psicología Social en donde participó el psiquiatra, psicoanalista y psicólogo social Armando Bauleo, quien años más tarde estuvo presente en el programa3 al que hago referencia.

Me parece importante mencionar otros conceptos a los que se hacía referencia en ese momento con el propósito de entender el quehacer en la escuela, y más concretamente


3. Marta de Brasi et al Concepción operativa de grupo http://www.papelesdelpsicologo.es/resumen?pii=212 [consultado el 10/02/2021].

en el aula. A partir de la noción de Grupo Operativo, Pichón-Riviére vinculó la categoría de pertenencia y el concebir al emergente como el enfermo de un grupo familiar, quien expresa sus ansiedades porque la familia no ha podido elaborarlas. Y es que el análisis de Grupo Operativo, Pichón-Riviére lo abordó primero en la familia. Esta categoría, Armando Bauleo la trasladó al terreno educativo, así como el concepto de resistencia en referencia al cambio a nivel individual y grupal.

Y justo esta categoría podría ayudarnos en tiempos de trabajo en línea a comprender y a reflexionar la razón oculta de la resistencia de nuestros alumnos, por ejemplo, a prender sus cámaras. Es decir, más allá de las supuestas fallas de las cámaras y micrófonos, tendríamos que plantearnos si hay una resistencia profunda a esta nueva forma de trabajo proveniente de un sentimiento en donde las cámaras resultan invasivas en nuestra forma de vida, que en muchos casos es evidencia de pleitos familiares o limitaciones económicas.

Podría decir que Zoom o Meet funcionan como un programa de Big Brother en donde hay que cuidarse de una cámara indiscreta, –o como recrea George Orwell en 1984 a manera

del gran ojo que controla–. A la luz de esta teoría, comparto que en mi último trabajo en línea con mis alumnos predominó la presencia de avatares4 en lugar de fotografías y ello tuvo un alto significado porque se prestó a un juego de cambio de identidad, así también identifiqué cómo ciertos avatares me arrojaron mucha información por parte del usuario.

Me encontré con avatares en donde la fotografía tenía retoques en el cambio de color de piel, y evidentemente existía una diferencia abismal con el alumno real. Asimismo, traté de cuestionar a una chica con la presencia de un avatar en donde aparecía una joven con aspecto depresivo. Al final compartió en la clase que, en efecto, venía de esa vivencia, originada por la nostalgia de haber salido de su país natal donde, además de desprenderse de una parte de la familia, provenía de una nación con conflictos políticos y económicos profundos, Venezuela, nación asolada también por la pandemia.

Así, al estar presente la resistencia, como lo acabo de exponer en los casos que viví, también debe considerarse, en función de la concepción de Grupo Operativo, la noción de tarea, que implica para el profesor pensar y observar la unión entre grupo-tarea, para intervenir y mostrar al grupo los obstáculos por las ansiedades que se generan y permitir así a sus integrantes pensar y llevar adelante el tema. Proceso que, por cierto, no resulta fácil, menos en el contexto actual. De tal manera que los exponentes de esta teoría señalan dos niveles de dificultad para enfrentar la tarea: La epistémica vinculada al tema propuesto, y la otra derivada de los sentimientos despertados por el trabajo grupal. Y yo diría –además del reclamo que han expuesto varios profesores sobre la necesidad de seleccionar solo algunos aprendizajes para abordarlos en la plataforma–, la segunda dificultad es la más compleja.

4. Entendido como “Representación gráfica de la iden- tidad virtual de un usuario en entornos digitales.”. https://dle.rae.es/avatar?m=form [consultado el 10/02/2021].

Prevalece hoy en día en el trabajo, con nuestros alumnos; la parte afectiva de los jóvenes, lidiar como docentes con nuestros propios sentimientos derivado de la impotencia de fallar en el manejo de los programas –por desconocimiento o por las inconsistencias de conexión de las propias plataformas– en espacios en donde, además, debemos acostumbrarnos a convivir con el ruido cotidiano, el duelo propio y ajeno, más la esperanza de lograr ser vacunados pronto.

Sin considerar la repercusión de las exigencias y mecanismos propios de la institución; grupos, boletines, asignaciones, registro de calificaciones con una plataforma que de pronto no funciona. Aspectos que contribuyen a elevar la ansiedad de los docentes, quienes en momentos hemos sentido e interpretado las orientaciones y circulares como una confusión frente a la tarea en donde se hace más hincapié en una preocupación por la cantidad de aprobados, que por la calidad del

aprendizaje de los jóvenes, cuando la realidad nos demanda formar a una generación más autónoma y con conocimientos más sólidos.

Ahora bien, para abordar con profundidad la propuesta de Grupo Operativo, tal y como lo mencionó la Dra. Frida Zacaula el pasado 29 de enero, es importante consultar la revista trimestral Perfiles Educativos5 promovida por el extinto CISE en sus mejores años (1980- 1981), en cuya portada siempre aparecía una alusión al grupo. De esta publicación caben destacar los artículos de Martiniano Arredondo “La Formación de personal académico”, de Carlos Ángel Hoyos Medina “La noción de Grupo Operativo”, de Porfirio Morán Oviedo “La evaluación de los aprendizajes y sus implicaciones educativas y sociales”, de Ángel Díaz Barriga “Un enfoque metodológico para la elaboración de programas escolares” y de Rocío Quesada Castillo “Evaluación de programas de formación y capacitación de profesores (un enfoque)”, entre otros.

Con todo eso, si en un inicio la presencia del CISE en el Colegio fue determinante, también


5. La revista se puede obtener en la biblioteca del ISSUE (Instituto de Investigaciones sobre la Universidad) en donde laboran varios ex integrantes del desaparecido CISE.

en los propios planteles se hablaba de dos lecturas obligadas para quienes iniciábamos nuestro trabajo en el aula, me refiero al pedagogo y filósofo brasileño Paulo Freire, con La pedagogía del oprimido y La educación como práctica de la libertad.

Este autor provenía de una experiencia semejante a la de Enrique Pichón- Riviére, Armando Bauleo y su grupo, de haber vivido dentro de una dictadura militar, el enfrentar el exilio y el diseñar una estrategia de alfabetización para adultos en el contexto de contradicciones profundas en América Latina.

Así fueron los primeros años en los que ejercí la docencia en el Colegio, sin embargo, pronto surgieron interrogantes para aplicar la teoría de grupos operativos en el aula, ya que se convirtió en una tarea difícil porque se necesitaba un mayor entrenamiento en el manejo de la psicología, para interpretar y conducir correctamente las posibles emociones que se pusieran de manifiesto en los cursos, esto a riesgo de que un grupo se desbordara.

También, en 1989 tuve la oportunidad de participar en el Seminario de Formación de Monitores (Didáctica del Área de Talleres) coordinado por la Dra. Frida Zacaula quien, a su vez, se desempeñaba como Secretaria de Planeación. Durante la conformación de este

 

seminario, el aporte más importante por parte de la coordinadora fue la insistencia en diseñar una didáctica del área sobre la cual no hubo un planteamiento en el CISE. A partir de este momento, también otros grupos de trabajo dentro del Colegio insistieron en una revisión sobre el enfoque disciplinario para cada área del conocimiento.

Así, en la necesidad que hoy enfrentamos de hacer una retrospección sobre la producción, testimonios y reflexiones de los integrantes de la comunidad, comparto que uno de los productos que elaboré en aquellos años como profesora de carrera, consistió en un estudio sobre la noción taller, “Aproximaciones al concepto Taller”(1993), reflexión que aún hoy se hace necesaria porque hemos dado por consabido el que los profesores entendemos lo mismo por taller, e inclusive en este momento podrían plantearse nuevas preguntas respecto

a si las clases en línea permiten esta forma de trabajo o habría que ajustar la noción.

En mi trayecto de trabajo participé, como integrante de otros seminarios, con dos estudios más bajo la dirección de la Dra. Zacaula en la idea de ir identificando las necesidades del área y, a su vez, ir construyendo una alternativa pedagógica para abordar dichas problemáticas.

Estos son, Estudio exploratorio sobre la producción escrita de estudiantes del CCH. (Generaciones 93, 94 y 95 (producto de 1998)) y, más adelante, Informe de los avances de la investigación; La disortografía en alumnos del CCH, así como de la elaboración de estrategias (2006).

De esta manera, considero que la formación de profesores con un enfoque interdisciplinario, –como se planteaba en sus inicios en el CISE–, se hace necesario pero con los ajustes pertinentes e impartido por expertos del ISSUE. (sugiero poner el significado de estas siglas)

Coordinadores que deberán considerar los problemas actuales, además de los problamas técnicos que enfrentamos los docentes en las diversas plataformas, cuyo uso llegó para quedarse por causas diversas, como un nuevo confinamiento.

Así retomo la propuesta emanada del Conversatorio del pasado 29 de enero, “hay que ahondar en la construcción de una didáctica del área mediante un repositorio que, por lo pronto, esté disponible para la comunidad”.