La asignatura de Latín
como parte del Modelo Educativo

DEL COLEGIO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES; UN BACHILLERATO DE CULTURA BÁSICA

Lenguaje y Comunicación

Mirna Aimé
García
Chávez

Licenciada en Letras Clásicas por la Universidad Nacional Autónoma de México. Cuenta con algunos diplomados realizados dentro de la UNAM como: “TIC para el Desarrollo de Habilidades Digitales”, “Recursos digitales en la planeación didáctica” y “Docencia y currículum”. Es profesora de Asignatura “A” de Latín y Griego en el Colegio de Ciencias y Humanidades, plantel Vallejo, con ocho años de antigüedad. Actualmente cursa la MADEMS en Letras Clásicas.

mirna.garcia.cch@gmail.com

El Modelo Educativo del Colegio de Ciencias y Humanidades –como una oferta educativa del bachillerato– surge para ofrecer respuestas a las preguntas de qué y para qué los curriculums escolares “pretenden dar capacitación específica en los planos profesional y técnico, [ante] la diversidad de planes de educación post-secundaria en México” (Palencia, 1982, p. 8).

El plan de estudios del CCH fue diseñado con orientación a que los alumnos adquirieran su aprendizaje con el objetivo de crear conciencia del propio método, ya que este les permitirá el logro de los conocimientos “para asimilarlos, interpretarlos, sistematizarlos y aplicarlos” (Palencia, 1982, p. 21).

Dado su carácter propedéutico, el Colegio centra su enseñanza en el concepto de cultura básica y facilita al alumno los conocimientos necesarios para su vida profesional con el propósito, por un lado, de formarlo intelectualmente en aspectos éticos y sociales y, por el otro, de que este se desarrolle como sujeto de cultura,

comprometido de su propia educación, “lo que significará que la enseñanza le fomentará actitudes y habilidades necesarias para que, por sí mismo, se apropie de conocimientos racionalmente fundados y asuma valores y opciones personales” (CCH, 2018).

En el año 1981 –a diez años de la fundación del Colegio de Ciencias y Humanidades y de su Unidad Académica del Bachillerato–, surgió la necesidad de realizar algunos eventos para analizar y reflexionar acerca de los objetivos que se plantearon para el Colegio dentro de su proyecto inicial.

Un tema muy importante que debía someterse a consideración, era precisar el concepto de cultura básica, consiguiente dentro del documento Por qué y para qué del bachillerato; El concepto de cultura básica y la experiencia del CCH, realizado por la Coordinación de Humanidades de la UNAM, en el cuál se abordó este planteamiento.

En este mismo documento se señala que la educación del Colegio corresponde a la del bachillerato universitario, el cual se caracteriza

por generar en sus estudiantes una conciencia de su entorno; esto es lo que lo distingue de otros bachilleratos, porque se explica y origina a partir de la función social que desempeña la propia Universidad como responsable y forjadora de la cultura; asimismo, al asociar el adjetivo de superior, el bachillerato define que la impartición de su cultura debe ser media:

[…] por cuanto ni puede reducirse a repetir los puros datos elementales o básicos que se transmiten en la educación elemental, ni pretende, ambiciosamente, agotar las especificaciones o determinaciones de la más alta calidad (Palencia, 1982, p. 11).

La Universidad, desde sus inicios, se contempló como hacedora de una cultura tanto científica como humanística y como reflejo lo transmitió en los niveles básicos universitarios. Hoy la cultura básica universitaria implica necesariamente una visión humanista de las ciencias, “particularmente de la ciencia de la naturaleza y una visión científica de los problemas del hombre y de la sociedad”, que, sin duda, ambas se ven reflejadas en el curriculum escolar del CCH (Palencia, 1982, p. 19).

El plan de estudios del Colegio está diseñado en el curso de seis semestres, donde los primeros cuatro enfatizan en la forma de conocer la naturaleza y el lenguaje; por su parte, en las asignaturas optativas de quinto y sexto semestre, “el alumno hace énfasis en los métodos del conocimiento adquiridos en los primeros cursos con una perspectiva proyectiva de su orientación profesional y una capacitación inicial para dar continuidad a sus estudios de licenciatura sin pretender una especialización de los contenidos dentro de ellas” (Palencia, 1982, p. 19).

Es aquí donde la asignatura de Latín tiene cabida, pues se oferta como una de las siete optativas que los alumnos pueden cursar ya sea por elección o por asignación del esquema preferencial que requiere la licenciatura a la que se dirigen.

El Colegio considera sustancial que los alumnos reconozcan la importancia del lenguaje como parte esencial de la cultura básica, pues este consolida la expresión humana y sirve como medio para la transmisión de la cultura, ya que el desarrollo del pensamiento sólo puede manifestarse a través de él, donde la cultura

universitaria “concentra en el lenguaje del idioma la expresión cualitativa del universo” (Palencia, 1982, p. 13). Asimismo, señala Ángel Díaz que “todo concepto, incluido el mismo lenguaje, tiene como finalidad ordenar la realidad y posibilitar su comprensión” (2005, p. 17).

La asignatura de Latín conforma un sustento muy importante a la cultura básica que el CCH aporta en sus estudiantes, por ejemplo, en la conformación y análisis de la sintaxis de su lenguaje –ya que como menciona Piaget– la edad de los bachilleres corresponde a la edad de las operaciones formales donde se aprenden sistemas abstractos del pensamiento que permiten usar la lógica proposicional, el razonamiento científico y el razonamiento proporcional (Mecce, 2001, p. 13).

Por lo tanto, el alumno logrará realizar procesos de acomodación a partir de la abstracción del lenguaje, desde la estructura del español hacia la comprensión de la sintaxis latina, para después asimilarla.

También al realizar un análisis reflexivo de la lengua latina, los estudiantes adquirirán procesos para hacer lo propio en su lengua materna y manejar de una manera más consciente el español, además, la adquisición del léxico latino hará que el alumno enriquezca su expresión escrita y oral, aunado a la comprensión de la terminología en distintos ámbitos donde el latín tiene presencia, por ejemplo, en campos disciplinares de la medicina, el derecho, las artes, etcétera:

La enseñanza-aprendizaje de la lengua latina tiene como propósito general contribuir a la conformación de una cultura interdisciplinaria en el alumno al permitirle relacionar lo aprendido con los contenidos curriculares de otras materias, como el Taller de Lectura, Redacción e Iniciación a la Investigación Documental, Filosofía, Historia Universal y, en particular, a través del vocabulario científico con raíces latinas, de las materias del Área de Ciencias Experimentales (CCH, 2016, p. 6).

Finalmente, –a partir del complemento cultural– el alumno tomará consciencia de la dimensión histórica del hombre y del conocimiento científico y humanístico que la civilización romana aportó a la consolidación del pensamiento en occidente.

Es por ello que la cultura básica a la que aspira la enseñanza de la asignatura de Latín, atañe aspectos que giran en torno a su eje gramatical, junto con sus complementos léxico y cultural, que se ven reflejados en el desarrollo de aprendizajes transversales al confluir con otras ciencias donde el Latín tiene injerencia en la conformación de su léxico y en el cimiento epistemológico de diversas disciplinas; sin dejar de mencionar la importancia que presenta, como ya se dijo preliminarmente, en la adquisición de habilidades lingüísticas para una mejor comprensión y uso de su lengua materna.

Fuentes de consulta

  1. CCH. (2016). Programas de Estudio Área de Talleres de Lenguaje y Comunicación Latín I-II. México: UNAM. Disponible en: https://www.cch.unam.mx/ programasestudio

    2. CCH. (2018). Modelo educativo del Colegio de Ciencias y Humanidades. México: CCH-UNAM. Disponible en: https:// www.cch.unam.mx/modelo

    3. Díaz Á. (2005). El docente y los programas escolares. Lo institucional y lo didáctico. Barcelona-México: Pomares. 4. Mecce J. (2001). Desarrollo del niño y del adolescente.

    México: Mc Graw Hill.
    5. Palencia J. (coord.). (1982). “Porqué y para qué del

    bachillerato. El concepto de cultura básica y la experiencia del CCH”. En Deslinde, núm. 152. México: UNAM.